Nos
cobijamos en los tópicos del rebaño para evitar pensar, porque es un riesgo,
porque es un esfuerzo y somos perezosos y no todos somos iguales, los hay
mansos, los hay guerreros del pensamiento.
Y cada uno
debe respetar al otro y un manso no puede decirle al guerrero que son iguales.
Somos
gregarios, nos gusta diluirnos en el grupo, que nos arropa y conforta y afuera
hace frío y estamos solos, pero el grupo es grupo por su asincronía, unos son
mansos otros guerreros.
El
relativismo ético ablanda al grupo.
Porque tú
ya lo sabes: hay palabras más allá de la caída.
Félix Menkar
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