Cada
día hay más coches
y más
carreteras y más accidentes,
el
límite de velocidad es 120 kilómetros por hora
pero
hasta los utilitarios pasan de 200,
vamos todos,
cada vez más rápidos
como
huyendo de nosotros mismos
y la
serpiente de asfalto negro nos deposita
siempre
en aquellos, idénticos y tristes lugares.
Cada
día hay más tipos de comida, accesible,
empaquetada,
plastificada, étnica y variada,
pero
estamos --cada día-- peor alimentados.
El
precio de la ropa baja en picado, los armarios se llenan
de
prendas sin entrenar, aun con las etiquetas puestas;
la
fabrican --muy lejos-- mujeres y niños esclavos.
Cada
día tenemos más información a nuestro alcance,
pero cada
día es más difícil encontrar alguna veraz.
Se nos
pide que trabajemos, que nos formemos sin cesar,
que seamos
ciudadanos responsables y practiquemos deporte,
que tengamos
familia, que resistamos las injusticias
y tengamos
vida social y cultural, ¡que nos divirtamos!
pero el
día sigue teniendo solo 24 horas.
Nunca
hemos nadado tanto en la abundancia,
nunca
ha sido tan grande la insatisfacción.
Félix Menkar, nov.2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario