HÉROES ÉTICOS

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         Ellos –unos pocos— de algún modo similares a los antiguos héroes épicos o como personajes salidos de algún comix, ellos, personajes heterodoxos que se mueven a contracorriente de las tendencias gregarias y sucias del sistema, que son los francotiradores de la información, un rayo de luz entre tanta oscuridad, ellos, los anarquistas de nuestra época (Falcani, Snowden, Asange etc.) no se amedrantan ante sus enemigos que son –como todo hoy en día—globales, ellos corren graves riesgos, tienen grandes problemas de seguridad, son perseguidos, encarcelados y arrinconados, pero aun así sacan a la luz los trapos más sucios de este ‘capitalismo gore’, que oculta la mayor parte del capital, que lo hace opaco en paraísos fiscales donde no pagan impuestos ni cumple ninguna función dinámica ni de reparto de la riqueza, simplemente estan ahí para especular, para derrumbar sistemas sociales e incluso países enteros en una ‘liason’ descomunal donde la corrupción es la moneda de pago entre la clase política y las corporaciones financieras multinacionales.

Estos personajes son nuestros héroes épicos, son revolucionarios éticos porque combaten ese capitalismo depredador y los sistemas especializados en la evasión de capitales y el refugio tolerado por todos los gobiernos del mundo en los paraísos fiscales, de una parte muy importante de esos capitales que deberían circular libremente por todo el mundo.

El último escándalo nos llega de China, un estado comunista-capitalista donde la absurda paradoja llega al máximo, donde el gobierno comunista tolera que las grandes fortunas y empresarios del país oculten y defrauden sus ganancias, un estado donde la censura y la pena de muerte funciona eficaz y arbitrariamente, será muy difícil que allí puedan aparecer individuos críticos para airear la corrupción y las mentiras oficiales; en China nos encontramos con otro fascismo pseudocomunista y en el mayor país del mundo.

Queda mucho por hacer, mucho por denunciar y apoyar a estas ovejas negras en un mundo democrático y absolutamente podrido por la mentira y la blancura.

Félix Menkar, 30 enero 2014

de "Sacudidas y Refracciones"