'Una conferencia para la aurora'
Implementación
de una propuesta:
las musas se
tornan vecinas rencorosas.
Excesiva es
la sensatez que indolente
subyace en ciertas
tardes calurosas.
Inteligencia
que deviene en dolor,
el que
destilan las imágenes excitadas
cuando
atraviesan su crepúsculo.
Agua turbia
y rotunda que fluye y se escapa
en las sensaciones
inconfesables de los deseos.
Duele, por
tanto, y toleramos
las
presencias y las ausencias,
los
desatinos y las propias torpezas.
Hace falta
mucha inspiración, esfuerzo y
destellos
neuronales que asimilen y reactiven
los
movimientos del cuerpo.
Hace falta cierta
definición del talento,
de los
apetitos insaciables, re-situar los limites.
Una
conferencia para la aurora o seguir en la inacción.
Félix Menkar, 14 agosto 2007
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