5 de agosto de 2009

La gestión del miedo. Escrito



Dominio y plataforma del poder.
El miedo es un arma fundamental para el control social. Un recurso usual de la maquinaria que llamamos sistema. Se trata de someter a la población, a sus ciudadanos, piezas individuales del engranaje social a un estado de desánimo y preocupación constante, de conducirles a una sensación de desaliento, de invalidez, de dependencia, mientras sus ejecutores se dedican a las habituales ocupaciones de dominio, corrupción y/o abuso de poder.
Crear enemigos es una táctica legendaria de ellos, los fabricantes de simulacros y cortinas de humo. Enemigos pueden ser otros ciudadanos, sus creencias, sus territorios físicos o mentales, incluso los sueños, las utopías pueden ser enemigos para nuestra vida acomodada, pero hoy en día más que combatirlos abiertamente como antaño, tratan de reconducirlos, de desactivarlos como problemas reales y reconvertirlos hacia los fines manipuladores precisos de gestión del miedo, incluso con los más radicales como el comunismo, el ecologismo, el feminismo o el anarquismo con sus apóstoles, discípulos y unas normativas adecuadas pueden llegar a ser elementos primordiales de control social, no importa si la historia se reescribe, si los hechos claves –los factores del miedo-- son inventados, tergiversados o son conjeturas sin fundamento, hipótesis o desvaríos de eruditos, de locos o peor de los inteligentes técnicos de control social: es material valioso y presto para ser utilizado.
Hacer que nos sintamos en peligro es la coartada perfecta para que ellos –los que diseñan nuestras vidas— se erijan en nuestros guardianes y por nuestro bien se encarguen de vigilarnos, protegernos e intimidarnos si no lo asumimos de buen grado. Estado significa sumisión y opresión. Detrás de cada reajuste hacia algo que dicen mejor debemos albergar una clara sospecha, una duda razonable. Seguramente la intención última de los ejecutores sea la de siempre, aplastarnos, restringir nuestras percepciones, constreñirnos a reductos de miseria y mediocridad, limitarnos en fin un poco mas, impedir nuestra ansiada búsqueda de libertad, del infinito placer por la curiosidad sin límites y de la belleza, y sobre todo la necesidad cada vez mas urgentes que tenemos de prescindir de estas muletas dogmáticas, de estos gestores del miedo que nos impiden una vida grandiosa y feliz.
Félix Menkar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...