10 de diciembre de 2010

Hueste de inanes



Al iniciar el día

separamos los parpados

conectamos las orejas

y ya estamos a merced de un aluvión

de congéneres henchidos y satisfechos,

un laborioso enjambre:

la bien organizada hueste de los inanes.


Abundantes y activos, inundan con su futilidad,

los sentidos y la conciencia,

con sus tonterías

del sobrevivir, aunque

sea como simples gusanos.

(que me perdonen los gusanos).


Los encontramos

por doquier, como se dice hoy en día

globalizados,

absolutamente letales

produciendo objetos inútiles,

consumiendo inmundicias culturales,

alimenticias o televisivas, de evasión y huida

cualquier cosa que les evite reflexionar

dirigir su atención

hacia el devenir de un mundo exhausto

que se hunde bajo el peso de tanta trivialidad.


Siempre ha existido ese ejército,

esa mayoría silenciosa, inane

pero ahora tienen poder en los medios,

un mercado a su servicio,

que les alimenta demente, voraz

y la fragmentación que simula diversidad,

riqueza de contenidos, pero que en realidad

es bazofia sin brillo, mediocridad a raudales.


La batalla continúa, alguien tiene que decirles

que el mundo no puede mantenerse

con tanto despilfarro, al ritmo y capricho

de millones de seres indolentes, que

progreso y expansión no significan

un crecimiento alocado y que sus excesos son criminales,

que no podemos permitírnoslo,

que hay que corregir esa deriva insensata.


No podemos seguir sangrando al tercer mundo,

o explotando a los llamados países en desarrollo

para seguir manteniendo este espejismo de felicidad,

debemos recuperar la cordura, la sensación de realidad

estamos desperdiciando un tiempo precioso

y cierta maravilla gozosa llamada existencia:

un sentido consciente y pleno de la vida.

Félix Menkar

8 enero 2009

del Poemario "Ofensas y dentelladas"

8 de diciembre de 2010

Evocación


Acometida dolosa:
la carga de los embaucadores,
o la muerte entre los dientes.

La hoja que todo lo puede
va marcando el desquite,
sin cargas, ni el más leve
matiz de integridad.

Tu mirada valiente sacude
el pasmo de los mansos
reventados, sangrando abundancia
sin que falte la abdicación.

El tiempo es sentencia,
un ciclo, un golpe, un gemido.
¿Cómo, dónde, cuándo,
sabremos que estamos sellados,
que hemos sobrevivido a otra derrota?

Félix Menkar
2 Diciembre 2008
Del poemario "ESCENARIOS PARA EL CONFLICTO"

Alegato contra lo inerte


¿Qué estáis esperando, mentes vacías
cáscaras, huesos?…¿los despojos de los amos?
¿Acaso puedo partirme la cara por vosotros,
sacaros de la atonía, de esa escala de grises
de la desidia, de los rituales consensuados de lo correcto?
¿Por qué tengo que aceptar vuestras
sucias estrategias de mercaderes fenicios?,
¿Por qué debo tolerar los derechos, presuntos derechos,
los privilegios de los que gozáis?.
Usurpadores del aliento de los iluminados,
caudillos modernos en vuestras posiciones,
indignas, criminales, obscenas, en vuestras fortalezas de arena.
¿Debo arrancar las paginas, sacudir el polvo
de libros mil veces leídos y no entendidos?
Oh malditos, ¿Cómo actuar contra los paralíticos?
¿No oís el estruendo del silencio,
de la pasividad de millones?,
¿No sentís el miedo que corta como chuchillo,
que nos impide romper las cadenas,
regalar abrazos, soltar las lenguas, desatar las caricias?.
¿Tiene sentido revivir a los espantapájaros?

No podemos reclamar acción si permanecemos pasivos,
abatidos, como cadáveres que asisten a la tragedia,
al derrumbe, manejados como estúpidas marionetas.
No es suficiente ser el público de un espectáculo,
asistentes que se limitan a oír, a cabecear,
a aplaudir y renuncian a ser actores del fuego,
para continuar tras el intervalo poético
con sus mascaradas y simulacros, lejos de los espacios
donde se libra nuestro destino común sin los papeles numerados.
¿Os atrevéis solo a mirar, sin ser vistos?,
¿Escupir sin abrir la boca?,
¿Hablar sin pensar en las palabras pronunciadas?,
¿Actuar sin reflexionar, como imprudentes y mezquinos,
mimada morralla humana, que sois?,
Privilegiados ciudadanos del primer mundo,
que habéis llegado hasta aquí sin mucho esfuerzo.
¿Para que seguir con la contienda, si decís que ya está todo perdido?

Félix Menkar
19 julio 2009

Del poemario "Ofensa y dentelladas"

3 de diciembre de 2010

El desierto de los sentimientos

Sé que es un tema tabú,
mi género reniega de los asuntos sentimentales,
socialmente están mal vistos,
no son viriles
son cosas de chicas,
cháchara de mujeres,
distracción vespertina.
Hay que aguantar, estoicos
sin contar lo que nos pasa,
tragar y tragar hasta reventar,
asumir y reprimir la emotividad,
los malditos sentimientos,
como machotes.
El rol de la contención masculina.
Atascar la lagrima,
reprimir el sollozo
silenciar los gritos de angustia,
prohibido radicalmente llorar, emocionarse.
Y entonces
¿por qué nos escandalizamos,
cuando la presión excesiva estalla
en violencia, irracionalidad e ira?
y el destrozo es irremediable, aterrador
y el desierto es el paisaje donde
agonizan los sentimientos masculinos.
Félix Menkar
31.1.08
Del poemario "ESCENARIOS PARA EL CONFLICTO"
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