17 de febrero de 2014

Polonio 210 para el traidor


Rusia asesina a los disidentes
y lo hace con estilo, creativamente,
pero en este mundo extraño y vigilado
todo deja su huella, aunque no bastó
para evitar la muerte de Aleksandr Litvinenko.

Al parecer fue un agente especial ruso
el que utilizó la sustancia radiactiva Polonio 210
para envenenarle durante una comida.
La historia se remonta a cuando Litvinenko,
ex teniente coronel del KGB pidió asilo en el Reino Unido
--la isla de los bifurcados del antitelon de acero--.
Su majestad serenísima y toda la inteligencia inglesa
no hicieron lo suficiente para protegerle.

El malvado Putin y su oligarcas corruptos
se la tenían jurada, estaba en la lista de traidores.
Le envenenaron al modo de una película de espías
--la realidad y la ficción a veces se solapan—
mientras investigaba la muerte de Anna Politkóvskaya, 
periodista y activista por los derechos humanos
también asesinada por investigar las atrocidades de Chechenia.

Las imágenes del rápido deterioro físico de Litvinenko
dieron la vuelta al mundo, fueron otro aviso a navegantes,
días después, tras una dolorosa agonía falleció,
en su cuerpo le encontraron una dosis
cien veces mayor que la considerada letal.
Su asesino dejó un rastro de Polonio 210 por todo Londres.
Sus últimas palabras fueron: «Que Dios le perdone, señor Putin»


Félix Menkar, enero 2007

--un poema-estilo columna-noticiosa recuperado entre mis papeles--

15 de febrero de 2014

EMANCIPAR(SE)


      Todo el camino, la vida de una persona es (o debería ser) el de la emancipación personal, el de la construcción de una personalidad autónoma de los otros. Nacemos siendo propiedad de los padres, de la sociedad o del estado (siempre), para muchos incluso de Dios, según las leyendas y las tradiciones mayoritarias, él nos ha creado, incluso por encima de la voluntad de engendrar(nos) de nuestros padres. Esos poderes facticos no se cansan de repetir que no somos nadie, ni nada, solo partículas de carne y huesos que crecen, se desarrollan en los cauces establecidos y sirven, que debemos cumplir las funciones programadas y someternos a ellos, a los amos, que son los padres, los poderosos…Dios.
Toda la vida de un ‘ser’ con vocación de autonomía debe consistir en resistirse a estos preceptos, ser rebelde contra los padres, contra las normas de domesticación, es preciso ser salvaje en el sentido de no ser sumiso, luchar contra la sociedad que estratifica y clasifica a las personas como objetos funcionales, números, categorías, expectativas…todo una gran mentira, una colosal patraña universal.
Es preciso el dudar de todo(s) aquello que nos pretende cosificar, anular y castrar, impedir nuestra emancipación como seres humanos. Hay muchos enemigos que acechan, que pretenden atar con gruesos hilos el vuelo de una mente libre. Que exista el concepto de libertad es un peligro en si mismo para su sistema de valores, es algo que hay que reprimir.
Dicen los poderosos, la religión, los políticos, los amos que no somos dueños de nuestras vidas, de nuestras acciones, de nuestro futuro; que todo está en sus manos o en las de Dios. Sostienen que la independencia no está hecha para el hombre y a cada paso que damos se nos pone a prueba, debemos elegir, reflexionar y resistir…es un duro camino, una senda de espinas donde hay mucha soledad y poco consuelo, donde la felicidad es más el despojarse de lo que nos ata, que la fantasía del querer vivir atados, de saber donde encajamos, a quien pertenecemos, cual es nuestro lugar en el mundo, en esta maquinaria perversa que hemos forjado entre todos. Incluso la ciencia, la neurología nos dice que viviremos más si somos sociales, si somos felices con nuestras mentiras, nuestro mismo cerebro, para sobrevivir imagina e inventa escenarios de supervivencia, aunque sean pequeñas píldoras de conformidad.
Pero algo en el interior, lucha por emanciparse, hay una voz que quiere lo desconocido, la aventura, que desea ser intrépido, ir a contracorriente, romper normas y programas, hacer lo inesperado….eso hace saltar los plomos de la normalidad; aunque bien pronto intentará reconducir y recomponer la situación anterior, pero esa anomalía volverá a aparecer y algunos desearan emanciparse, preguntar, averiguar qué es lo que sucede, que es verdad y mentira, donde estamos atrapados y porque.
En toda persona hay un germen noble y digno que busca su autonomía, salir del barro, que se quiere elevar a las estrellas y decirle a ese dios retórico y propietario que no es nada, que es mentira, un recurso de los débiles, de los conformistas.
Nos cansamos y debemos retirarnos, descansamos y seguiremos buscando ese camino de emancipación, absurdo camino, de inutilidad tal vez porque estaremos más cerca y seremos más sabios cuando ya nuestra vida declina y todo lo que hemos aprendido se va a quedar en la desmemoria, en el polvo y la decrepitud…esa es la paradoja de lo humano, la maldición. Mientras tanto nuestros gritos contra las cadenas, contra los opresores y los verdugos deben oírse bien alto, debemos sembrar este mundo de ansias legítimas de libertad, de aventura y emancipación. Hasta el último suspiro alentaremos la rebeldía.


Félix Menkar, 15.2.14
de "Sacudidas y Refracciones" 

13 de febrero de 2014

Repensar Europa


         Ya no somos el centro del mundo, el pulso vital se ha desplazado hacia Oriente y América; nosotros –los europeos-- debemos encontrar nuestro modelo y adaptarnos al siglo XXI, si no pereceremos lentamente entre recortes, burocracia y una masa precaria de trabajadores votantes de la ultraderecha. Debemos reaccionar para no acabar siendo un parque temático de jubilados, museos y monumentos. Necesitamos un relato europeo que llegue a los ciudadanos. Europa hoy, sin un discurso claro y enfrentada a su diversidad no tiene arquitectos, solo empresas de derribos. El relato lo están escribiendo los mercados, los especuladores financieros, apostando por nuestro derrumbe. Hay que explicar con una sola voz el porqué de la necesidad de una Europa Federal y estar orgullosos por mantener durante las crisis, no la división si no un modelo europeo de Estado-provisión, que sea regulador efectivo de las reglas económicas, frente a un capitalismo financiero corrupto y especulador al más puro estilo casino suicida. Es utopía –desde luego—pero no quimera.
P.D.: El politólogo francés Pierre Hassner lo explica muy bien en Le Point. "Debemos de ser los griegos del Imperio romano y vender al resto del mundo nuestro modelo".
Fmk    

3 de febrero de 2014

Mucha abundancia, poca alegría


Cada día hay más coches
y más carreteras y más accidentes,
el límite de velocidad es 120 kilómetros por hora
pero hasta los utilitarios pasan de 200,
vamos todos, cada vez más rápidos
como huyendo de nosotros mismos
y la serpiente de asfalto negro nos deposita
siempre en aquellos, idénticos y tristes lugares.

Cada día hay más tipos de comida, accesible,
empaquetada, plastificada, étnica y variada,
pero estamos --cada día-- peor alimentados.
El precio de la ropa baja en picado, los armarios se llenan
de prendas sin entrenar, aun con las etiquetas puestas;
la fabrican --muy lejos-- mujeres y niños esclavos.

Cada día tenemos más información a nuestro alcance,
pero cada día es más difícil encontrar alguna veraz.
Se nos pide que trabajemos, que nos formemos sin cesar,
que seamos ciudadanos responsables y practiquemos deporte,
que tengamos familia, que resistamos las injusticias
y tengamos vida social y cultural, ¡que nos divirtamos!
pero el día sigue teniendo solo 24 horas.
Nunca hemos nadado tanto en la abundancia,
nunca ha sido tan grande la insatisfacción.


Félix Menkar, nov.2008
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