20 de marzo de 2010

Adios a José Vidal-Beneyto

El pasado día 16 falleció en París a los 82 años J.Vidal-Beneyto, un tipo irreductible y activo hasta hace bien poco; filósofo de origen valenciano y escritor muy lúcido, un pensador independiente. Aunque fue socio fundador y columnista de EL PAÍS siempre ha mantenido una actitud crítica. DEP
Que las siguientes generaciones tomen el testigo. La inteligencia critica pierde un referente, surgirán otros....
Reproduzco un articulo suyo sobre la corrupción muy de actualidad.....

José Vidal-Beneyto: ¿Viva la corrupción?

06/03/2005

El conocido publicista norteamericano Moisés Naim, director de la revista Foreign Policy, una de las plataformas ideológicas con mayor capacidad de irradiación en EE UU, acaba de publicar en este diario un fervoroso alegato en favor de la corrupción. En línea con el supuesto básico del liberalismo radical de que no hay estímulo más eficaz para la transgresión que la prohibición, el autor nos propone la secuencia argumental clásica en este tipo de demostraciones: la corrupción es consustancial a la humanidad y por eso es tan antigua como ella, con lo que es imposible de determinar y de medir, y oponerse a ella no sólo es inútil sino perverso por los efectos negativos que esa oposición genera. Las leyes anticorrupción, los códigos de conducta empresarial, la acción de las ONG's que luchan por mantener comportamientos éticos en la actividad económica -Transparencia Internacional, etc.- son para Moisés Naim, que los cita explícitamente, causantes de múltiples daños colaterales pues "pretender restringir la cultura del soborno y la codicia... es una ilusión paralizante". O como escribe de forma aún más lapidaria: "La guerra contra la corrupción esta minando la democracia".
La única razón que aduce para tan descalificatorias imputaciones es que la corrupción polariza en exclusividad el debate político, obsesionando con este tema a los medios de comunicación y a los ciudadanos e impidiendo que se ocupen de las cuestiones y problemas verdaderamente importantes. Además la descalificación a la que lleva de los posibles candidatos corruptos confía las más altas responsabilidades políticas a personalidades quizá honestas pero incapaces que causan verdaderos desastres, sin olvidar que sus bienintencionadas promesas al no verse cumplidas aumentan aún más la frustración y el rechazo de la política por parte de la ciudadanía. Claro que para llegar a tan halagüeños panorama y diagnóstico ha tenido que centrar la intervención corruptora en el ámbito político y funcionarial, considerando irrelevante su presencia en el económico-social e ignorando su absoluta potencia determinante en el funcionamiento del sistema. Los grandes protagonistas de la corrupción para nuestro autor son Helmut Kohl, Kim Young Sam, Bettino Craxi, Alain Juppé, Menem, Salinas de Gortari y otros jefes de Estado latinoamericanos, algunos obligados a dimitir antes de finalizar sus mandatos. Ni una sola palabra de Enron, Parmalat, Halliburton, el monstruoso fraude de la Bolsa de Nueva York que desde hace más de veinte años blanqueaba dinero con los ahorros de los pequeños inversores y tantos y tantos casos que forman la tupida trama de una cleptocracia mundial paralegal o de guante blanco como no se había conocido nunca, diferenciada de la criminalidad organizada, aunque en relación con ella en los paraísos fiscales. Pero tanto la corrupción económico-empresarial como la político-gubernativa hoy sólo son inteligibles desde la perspectiva de la corrupción sistémica que es la que efectivamente las genera y las hace inteligibles. La reprobable conducta de Henri Emmanuelli como tesorero del partido socialista, su procesamiento, condena y posterior vuelta triunfal a la política sólo se entiende en el contexto de un sistema político-económico que empuja a un militante honesto a transgredir la ley para cumplir su cometido político. 

Silenciando los condicionamientos de un sistema que considera intocable Moisés Naim procede en una primera fase a la banalización de la corrupción para acabar cantando sus excelencias: la prosperidad coexiste hoy con niveles importantes de corrupción justamente en los países de crecimiento más puntero: China, India, Tailandia. Y ¿cómo vamos a descalificar un sistema que nos hace vivir y progresar? Lo que nos está diciendo el director de Foreign Policy es que en una época de competencia implacable, el moralismo compasivo no es de recibo. Naim da un paso más en el desmontaje no ya del modelo europeo sino occidental de sociedad. Hemos cancelado el pluralismo político instaurando el pensamiento único, hemos sectarizado los partidos, hemos convertido la política en ejercicio cratológico, hemos sacralizado las multinacionales, hemos acabado con el trabajo como fundamento de la actividad económica y base de su retribución, convirtiéndolo en un ejercicio precario para el sólo consumo, hemos cambiado los valores por los placeres, el esfuerzo por la trampa. Que a uno de los líderes ideológicos de los EE UU le parezca un deseable mal menor, tal vez pueda explicar el triunfo del fundamentalismo religioso en su país.


El País, (reproducido en Re(d)forma en serio), 05/03/05

Más acerca de José Vidal-Beneyto en Wikipedia

16 de marzo de 2010

Belén Gopegui.

A propósito de Belén Gopegui y sus libros

de izq a der. Eva Fernandez, Belen Gopegui y Miguel Morata en Libr.Primado

Belén Gopegui más que escritora podría decirse que es forense, disecciona “lo real” con el bisturí de una escritura que se sitúa al límite entre lo literario y lo documental. No sabemos con certeza –al leer sus libros-- si estamos ante una novela, o sea una ficción o ante una serie de informes o comunicados de lo que está pasando en nuestro mundo cotidiano, en los centros de trabajo, en las viviendas particulares donde suceden y se desarrollan aspectos cotidianos en clave no heroica, donde existen silencios implícitos, renuncias, pulsiones que aunque no se nombren sin duda existen, esas aceptaciones, esos espacios donde se fragua la esencia del ahora y aquí configuran claramente lo que llamamos sociedad, aquella donde los individuos y los colectivos respiran, interactúan y marcan el ritmo y los tiempos de su existencia. Estamos rodeados de “personas normales” y de otras que heridas o tocadas por sucesos dramáticos, por injusticias o desagravios no se pueden permitir el lujo de vivir esa ansiada normalidad pequeño burguesa o situarse en esa laguna apacible, sin complicaciones ni aventuras inciertas donde puedan desarrollar sus pequeños anhelos, un lugar para gozar de un simulacro de felicidad. En nuestra cotidianidad vulgar y mediocre repleta de pequeños y numerosos acontecimientos en apariencia intrascendente se establecen la medida y la intensidad del drama colectivo, el nacimiento de grandes gestas; allí surge el fanatismo, la intolerancia, el dogmatismo, la rebeldía y la derrota. A eso lo podríamos llamar realidad y pocos escritores intentan analizar, establecer las condiciones para hacer las preguntas adecuadas más allá de lo literario, formular las cuestiones que a la mayoría de personas les preocupan (cuando no están abducidos por la fantasía o la evasión), o sea los asuntos reales. Nuestros conciudadanos no se mueven entre los círculos bohemios, privilegiados, cultos, o poblados por especímenes desarraigados, intrépidos o situados en algún límite, llamados escritores, poetas o artistas. No es esa la vida de la mayoría de la gente, no es la que viven, la que perciben con sus sentidos más o menos embotados, día a día, calle a calle, minuto a minuto. Y Belén cuenta lo que pasa a nuestro lado, da noticias y soslaya el desasosiego, lo que intentamos no nombrar, traza la verdadera naturaleza de la corrupción interior y exterior, el caos y la sensación de incertidumbre tan acusadas que padecemos todos. Las herramientas, las tácticas o las estrategias son cosa de todos y deberían serlo en especial de esos que algún día tildábamos de intelectuales.

7 de marzo de 2010

400 € --el arte por los suelos--


100 % Valencianos. Cartografías de la creatividad.
Hace unos días estuve visitando la exposición "Cartografías de la creatividad. 100% valencianos" que se puede contemplar en el Centro del Carmen entre el 12 de febrero y el 3 de mayo; según nos vende el comisario Gil y el delegado de cultura se trata de un laboratorio para mostrar las últimas tendencias del arte contemporáneo 100 % valenciano (incluyendo el arte fallero (.), con casi 300 obras y 100 "artistas" que cobrarán 400 € cada uno de ellos independientemente del valor de su/s obra/s, que por supuesto ni cubre por asomo el coste de los materiales, ni mucho menos el tiempo y el valor creativo de dichas obras, 400 €, ese es el precio en que valora esta institución valenciana --tan generosa ella con otros gastos y dispendios— el trabajo de los artistas 100 % valencianos, suponga que esperan que ya nadie recuerda los millones que pagaron (y se embolsaron) en anteriores Bienales del Mediterráneo, de Valencia o como las quieran denominar), porque eso es lo que a mí y a otros nos ha parecido esta expo-colectiva, un subproducto diverso y variopinto, con escaso criterio, ni pies ni cabeza, donde todo vale, un engendro-excusa para economías culturales ajustadas (.) en tiempos de crisis, dicen (que cinismo).
En Cartografías encontramos obra nueva y también refritos, algunos provenientes de otras expos como Puntas de
flecha celebrada hace poco en nuestra ciudad, supongo que la intención, al coincidir con ARCO, --esa feria en crisis de las vanidades y el desatino--, sea que en esta Valencia con artistas a puñados, todos muertos de hambre, dóciles, convenencieros y sumisos les sirve como coartada a los gestores y políticos culturales. Es un laboratorio…donde ni se puede fotografiar ni tocar nada, o sea un timo, protegido por media docena de policías-vigilantes celosos y aburridos como si se tratara de proteger algo de valor.
No hay nada –en mi opinión— destacable, realmente es otra exhibición de atrocidades, un panorama triste de la confusión en la que vive el mundo del arte, donde importa más la repercusión mediática que el discurso creativo, son disquisiciones de supuestos artistas que nos presentan sus investigaciones y pretenden que se les considere arte, que intentan vivir de ello o que algún crítico o galería les acoja en su seno, nada nuevo bajo el sol. Para mí lo interesante, es que estos 100 % valencianos según anotan los críticos y el comisario de la expo, representan lo actual en el arte valenciano y se les paga esos miserables euros y no quiero ni imaginar lo que habrán tenido que hacer para poder estar entre esa selección final…miserias de nuestro tiempo.
Félix Menkar
"Cartografías de la creatividad": pinturas, esculturas, fotografías, instalaciones, graffiti, diseño, moda, arte fallero y grabado. Entre los artistas seleccionados se encuentran Attua Aparicio, Carlos Domingo, Irma Marco, Luis Eslava, María Cremades, Oscar Mora, Alvaro Tamarit, Irene Pérez, Alex Francés, Francisco López Albert, Cul de Sac, Noé Bermejo, David Pellicer, Gustavo Morant, Joel Mestre, Kike Sempere y Nieves Torralba, entre otros..
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