30 de abril de 2007

ARTE-realidad


Arte o mirada, presencia, copia, representación, ilusión o disimulo. ¿tienen algún sentido?, ¿están comprometidos con su entorno, con su tiempo, con la vida real?
Realidad: el guionista de la casualidad trabajando.
Arte: un golpe brusco para despertar a los alelados mirones del azar.
Artistas: jugadores de la gran derrota que es la vida ligados a las técnicas, los métodos y procedimientos, esperando la inspiración, el reparto de las suertes, del talento y la gracia; son pues ¿inconscientes, culpables, estupidos?.
Los receptores-devotos asistimos impávidos a una colosal agonía: lo real se muere, la simulación gana por puntos.
Un mundo construido y desolado, un abuso tras otro, páramo recorrido por mentes bipolares, huérfanos del sentido del arte, de la realidad.
Félix Menkar abril 2007

23 de abril de 2007

Dadá: la rebeldía, la esencia del arte



El realismo en el arte lleva siglos anclado en la cultura occidental, sus raíces se hunden, bien profundas; es una opción estética y cuenta asimismo con mucha aceptación, su influencia es enorme.
Tan sólo en el siglo XX hubo un movimiento artístico que influyó de manera efectiva y hasta radical a toda clase de inquietos creadores, con persistencia y a la vez de forma subliminal.
Ruptura con lo anterior. El Dadaísmo agazapó tras el velo subversivo la ambivalencia del Dadá –basada en la dualidad destrucción-construcción que introdujo en la obra del arte el sentido de lo perecedero y de la incorrección estética-- .
Dadá fue un atípico movimiento insolente, que hoy en día se estudia en las universidades. Para entenderlo, hay que contemplarlo con espíritu abierto, alejarse de la mirada deconstructiva. Sus intenciones últimas eran acabar de un plumazo con el arte moderno y la civilización burguesa, pero si bien no lo consiguió si se deshizo del convencionalismo materialista para implantar el espíritu inconformista, encaminado hacia una total ruptura, superación y síntesis de los paradigmas lógicos.
A mis compañeros agitadores culturales que con los años han olvidado el compromiso renovador del arte: los postulados dadaístas siguen en la trinchera y en tiempos de crisis y confusión como los actuales son aun mas necesarios, deben emerger y proponer una mayor controversia.
Félix Menkar - 1996

21 de abril de 2007

El inquisidor, la caza de brujas y la basura virtual.

Los que me conocen, saben de mi debilidad por la tecnología y en especial las computadoras e internet, pero también reconocen mi perversión por buscar los mensajes ocultos en las palabras, las medio verdades o los tres pies del gato.
Casi todos nos acordamos de aquella cita de Marx que decía que “la religión es el opio del pueblo”, pues bien, en mi opinión hoy en día, además de la losa de las creencias impuestas a la ciudadanía, hasta el menos dotado intelectualmente percibe que una de las herramientas preferidas por la tecnocracia ---especial-mente en los países mas ultraliberales como EEUU— es el uso y abuso de la alta tecnología, la chatarra virtual sobre todo imágenes aplicadas al entretenimiento, la cultura e incluso la información creando una realidad sintética y simulada. Algunos –los mas jóvenes quizás--, pensaran que exagero, que es un tópico, o prejuicios de los que nos hemos educado y pertenecemos a generaciones pre-tecnológicas. En mi defensa alegaré que bienvenido sea el tecnoprogreso, pero desde luego sin perder de vista que los fines deben justificar a los medios y que su uso debe hacernos más libres no mas idiotas. En está vorágine, los técnicos y asesores gubernamentales han dado una vuelta mas de tuerca, un gran paso en la manejo de las masas, pasando de la manipulación o los efectos especiales a la simulación pura y dura; a la creación virtual de una especie de verdad para ser consumida por una sociedad civil sin criterio, ni tiempo ni ganas de pensar o debatir.
Así pues y ya que en este mundo globalizado nuestro aun no reinan del todo las máquinas y continua poblado de personas, seres aparentemente humanos; valoremos en su justa medida a gente como Clooney, Spielberg, Auster y tantos otros que con sus gestos valientes de crítica y acción están plantando cara a un sistema podrido y claramente reaccionario. Hay que volver a reivindicar una vez más las figuras como Murrow de la CBS, o de H. Biberman el de la impagable película “La sal de la tierra” que se opusieron con fuerza a la caza de brujas de los Mc. Carthy de antes y de siempre. Es preciso saber elegir a quien apoyar, a los represaliados o al inquisidor.
Félix Menkar
11 marzo 2006

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