El arte fotográfico

“Igual que el agua, el gas y la corriente eléctrica vienen a nuestras casas desde lejos para responder a nuestras necesidades mediante un esfuerzo casi nulo, así también nos abasteceremos de imágenes visuales o auditivas que surgirán y desvanecerán al menor gesto, casi a una señal.”

“En la fotografía el valor de exhibición empieza a hacer retroceder al máximo el valor de culto.”
Walter Benjamín

El fotógrafo es el ojo tras el que se esconde agazapado el cerebro; su cámara, el instrumento, una herramienta para congelar el momento supremo de la inspiración artística, para manipular estéticas e incluso éticas; y el entorno, el mundo --su campo de operaciones--. Con estos elementos primordiales nos encontramos en disposición de afirmar que, aunque el discurso aceptado sea “una imagen vale más que mil palabras” en realidad no es del todo cierto. La literatura tiene su propio lenguaje para expresar imágenes, metáforas y relatos; la fotografía, en cambio, nos conduce a otro universo.
El fotógrafo –si es bueno y no se limita a tomar instantáneas-- plasma en una imagen toda una historia, de la misma forma que lo podría hacer un artista plástico. Debe de tener la sensibilidad precisa para provocar reacciones en los receptores de esas fotografías.
Convenimos en exigirle que muestre en una imagen congelada lo que a nuestro ojo, siempre en movimiento se le escapa, teniendo en cuenta además que esta imagen la podemos reproducir un número ilimitado de veces convirtiendo la obra de arte en democrática. Por supuesto que cada uno verá en una fotografía lo que desee ver. La variedad de especímenes humanos y la complejidad de sus cerebros permiten un abanico de percepciones. Pero el fotógrafo creativo, para evitar --como decía Benjamín, que estas imágenes desaparezcan inmediatamente, debe seleccionar cierta realidad, interpretar el mensaje y mostrarlas de forma impactante, construir el “arte fotográfico” con la paleta pluridimensional de su cámara y, lo más importante, establecer un lenguaje, un estilo propio.

Félix Menkar

Fotopoema de Jenni Arnau.
Texto del articulo: Félix Menkar