"La dignidad o es de muchos/as o no será" Belen Gopegui.
Los que obtenemos nuestro sustento de un salario, o sea los que somos esclavos y vendemos nuestra libertad, nuestro escaso tiempo de vida a cambio de unas monedas, los que no tenemos bienes ni riqueza material propia y dependemos pues de ese salario/hora para subsistir no tenemos "en principio" dignidad alguna, lo que tenemos es la humillación de padecer esta situación –así estamos la mayoría, humillados por los amos, por los ricos, por los poderosos que desde siempre han exigido un precio muy alto, leonino, asfixiante por las migajas que dicen que reparten--. Nada hay pues de dignidad si somos esclavos, si estamos abocados y humillados a no tener otra opción que aceptar estas reglas, tampoco somos pues libres, pero podríamos serlo, libres y dignos…(podríamos no significa de ninguna manera que lo seamos).
Sin duda se trata de una trampa, una dulce trampa: puesto que no estamos en condición de luchar, de exigir nada, no podemos hablar de dignidad sino de humillación, es una ilusión, no existe ese algo incontaminado de uno/a mientras la mierda lo ensucia todo. La dignidad se reconquista cuando empleamos ese salario para comprar tiempo y emplearlo en el bien propio y común, cuando reflexionamos, cuando elegimos como queremos vivir, cuando en la medida de lo posible nos hacemos dueños de nuestras decisiones, de nuestro tiempo y de nuestras vidas.
Félix Menkar – 22.6.10
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