--reflexión de un oyente--
No te lo dirán abiertamente, incluso a veces te la pedirán, --la critica-- a hurtadillas como una concesión inevitable hacia un imposible diálogo entre el poeta y los oyentes. Otros directamente son más contundentes: “ni se te ocurra criticar lo que acabo de leer, hoy no, que me hundes la moral”. Nunca te dirán: QUIERO OÍR TU OPINIÓN, ¿QUE TE HA PARECIDO mi poema? no, su ego de poeta no se lo permite, siempre buscarán una excusa, los nervios, una mala dicción, la escasa concentración del público, el ruido de fondo, cuando no acaba perdiendo definitivamente los papeles acusando a sus interlocutores de incapacidad para entender su poesía, o les tacha de subnormales culturales.
Señoras, señores: nos hacen falta toneladas de humildad, de empatía y de ganas de interactuar. Al fin y al cabo cuando las palabras salen del universo privativo del creador, se escriben para los otros o se leen, estas se transforman en transmisores de sentimientos o vivencias, en comunicación. En cambio, la mayoría de poetas solo buscan refrendar su autoestima, subrayar o restregar ante los demás sus versos, algunos buenos, otros infames que siempre son los mismos, los versos que han leído, que les han gustado, versos retocados, algunos apropiados, influenciados, versioneados, retomados, inseguros en sus bocas egoístas, la mayoría incluso innecesarios.
Ante tanto recital por el que fluye incontinente la poesía con ese ritmo de galopante productividad –el tiempo es oro y mañana hay que trabajar--, y recibiendo en los oídos la eyaculación precoz del poeta y la amalgama variopinta de improntas y vomitonas diversas; reclamo directamente las pausas, los silencios, la critica y la reflexión.
Las personas, nuestros mundos subjetivos, todos ellos son diferentes y necesitamos que las palabras se depositen y también estaría bien poder decirle al poeta sinceramente si nos ha gustado o no, si nos han llegado sus metáforas, sus imágenes, su visión del mundo o nos ha dejado como un témpano de hielo. Todo eso, para mí y para otros pocos, también es POESÍA.
1 comentario:
nadie puede ser original a no ser que escriba sin haber leído jamás
no se puede escribir para otros, no hay otros para los que escribir, uno se dice a si mismo lo que necesita escuchar
un poema no puede ser bueno ni malo si nace en lo absoluto, como no puede ser de otra manera
creo...
salud!
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