(poema de triste actualidad)
Ritual,
se levanta por la mañana
la vigila, la sigue, la acosa,
espera que regrese del colegio,
donde ha dejado a su hijo,
le clava un hacha en la cabeza
se pone de rodillas y
se entrega.
Perfil, J.R., varón 41 años.
Victima, S.G., mujer 37 años.
Delito, pedirle la separación.
No se trata de un caso aislado,
le llaman estar enajenado,
lo tipifican como violencia de género,
ese maldito goteo estadístico
de crímenes contra las mujeres.
Ella había solicitado
esa pulsera de pseudo-protección,
se la denegaron porque
había rellenado mal el impreso.
Para la administración (in)competente
el riesgo de padecer otro ataque era bajo.
El tipo como algunos otros tenía una obsesión:
O con él o con nadie. O suya o muerta.
Era un tipo corriente, sin antecedentes criminales
asistió a algún curso de reinserción
donde le dijeron que pegar a la mujer
era algo reprochable,
así eludió la prisión.
Era un tipo corriente, de buena presencia,
vamos, que podría ser tu vecino,
pero todos sabemos que es una alimaña,
un ser vil y cobarde que no merece
el apelativo de considerarse humano.
Félix Menkar 16.2.11
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