Del cuaderno "Mecanismos para el diálogo"
Desde la revolución francesa
Europa se ha movido siempre entre el humanismo moderno y consolidado y el
terror incluso la exterminación del contrario.
Muchas de las víctimas, (Walter Benjamin y Irene
Némirovsky son sólo un símbolo), confiaron en el laicismo y la libertad de
conciencia, esperaron poder eludir los efectos de las atrocidades y la
intolerancia, intentar permanecer activos, a veces escondidos pero atentos;
cuando la situación fue ya irreversible y la barbarie se apoderó del continente
algunos pudieron exiliarse, ellos no lo consiguieron.
Fmk
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